Conquistadores de baldíos y pedregales, señalan las cunetas y los caminos. Resisten hasta quebrarse como el cristal para renacer orgullosos de su tozudez. Denostados por el hombre y amados por los jilgueros.
Esta libreta de colores no pretende ser una publicación científica, sólo se conforma con transmitir la emoción de vivir observando la naturaleza.
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