Repasando los cuadernos de campo asalta una relativa e inexistente nostalgia. Cada estación nos envuelve con sus visibles e invisibles encantos. Creemos que nos visitan pero somos nosotros los que estamos de paso, un almanaque inverso de gotas, calores, viajes y reproducción.
No todas las estrellas están en el cielo. |
Todo depende del agua. |
El Otoño aclara los verdes. |
Noviembre empareja a los patos colorados. |
Cambios constantes en el ciclo de la vida. |
Resistencia, de los escasos fríos a la cercanía del Sol. |
Cuando baja el nivel aparece el fango, la agachadiza común viaja en su busqueda. |
Las montañas tienen un pacto con las nubes. |
La paciencia de los árboles. |
La querencia de las aves. |
Los contrastes por la duración de la luz. |
Las mellizas lucen su belleza. |
El Invierno nos refleja al porrón moñudo. |
Y el Verano intensifica el amarillo de los verdecillos. |
Es solamente un giro. |
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