Pretexto

Primavera 1982. Esta inocente anotación fue la primera hoja de un cuaderno de campo, adolescente e ingenuo.

Un águila culebrera picó sobre una enorme culebra dentro de un bancal de almendros lindero con el Cerro Acebuchoso (entre Lucena y Benamejí).

Desde aquella escena, salvaje y pura, surgió la atracción por contemplar más encuentros, por ampliar emociones definiendo un mundo inmenso y apenas conocido.

Convivimos con biotopos eternos que nuestra arrogancia y soberbia no puede ignorar.

Habitados.

Como nosotros, a merced del cosmos.

Cambiantes.

Escondidos, accesibles al respeto y la conservación.

Diminutos y majestuosos a la vez

"Lo que no se comparte se pierde,"

Ese es el principal motivo de este cuaderno de natura, reflejo de observaciones sujetas a limitados recursos. 
Una mirada a la naturaleza desde el corazón.