Los paisajes envueltos en aire puro, cauces de aguas libres o retén de bravías, albergues de animales y plantas salvajes; son regalos a nuestros sentidos.
Ante ellos sentimos su majestuosidad, su imponente poder y no siempre nuestro debido respeto.
Son sierras inexpugnables, grandes extensiones de agua, inmensos dibujos en el cielo, pero también reducidas manchas de vegetación o diminutas charcas.
Cada día ilumina su encanto, cada noche esconde sus secretos.
Unas fotos preciosas. ..
ResponderEliminaresos atardeceres rojos divinos.
Gracias por compartirlo.