domingo, 20 de julio de 2014

JULIO

Las avocetas juveniles vigilan el cielo que se refleja invirtiendo sus siluetas en el agua.

El esparto brilla poblando de rubios cabellos un claro en la Sierra de Aras.

Las libélulas muestran sus metálicos fuselajes por los bordes de las lagunas. 

Los periodos secos y las fluctuaciones del acuífero retiran las aguas de la Laguna Amarga, dejando un circo despejado para los paseos de los zorros.

Como cada verano, el águila culebrera planea majestuosa entre los conos de monte que coronan la cuenca del río Anzur.

Las "cabezas de turco" alcanzan su máxima altura, formando murallas inexpugnables que pronto el paso del estío abatirá.


Las grajillas cruzan el puente de los Piedros buscando las aguas del río Anzur.